LA CALLE ALFONSO
Vía de acceso ideal a la plaza del Pilar, la calle Alfonso I es el paseo zaragozano por excelencia. Sus edificios históricos son el perfecto marco a la basílica.
A ambos lados encontrarás plazas y estrechas calles, que ofrecen planes gastronómicos y de compras. Una de ellas es la plaza de San Felipe, con restaurantes centenarios, palacios renacentistas e iglesias barrocas, es la puerta de entrada al coqueto Museo Pablo Gargallo. Otro ejemplo es la Plaza de San Bruno, que acoge cada domingo un mercado de antigüedades.
¿Conoces el pasaje del Ciclón? Es una de las sorpresas semiescondidas entre la calle Alfonso I y la plaza del Pilar. Un coqueto y climatizado rincón para reponer fuerzas.
El centro histórico es uno de los más extensos de España e invita a un viaje en el tiempo a lo largo de más de 2.000 años de historia.
En la plaza del Pilar, junto al Ayuntamiento, emerge el Palacio de la Lonja, un bello ejemplo de arquitectura renacentista con originales elementos influidos por el arte mudéjar o el gótico final. La Lonja es uno de los más bellos edificios renacentistas de Zaragoza. Desde hace ya varios años, es una prestigiosa sala de exposiciones.
